Emprender es lo más cercano a cultivar, hacer jardinería o tener un hijo. Ese proyecto empresarial, grande, pequeño, mediano, se vuelve, en mucho, el sueño y el camino que una persona, y hasta una familia, quiso o tuvo que recorrer. Por tal razón, surge la necesidad de una cartilla como esta, cuya intención
es exponer, en palabras sencillas, los temas jurídicos más relevantes a la hora de emprender.

Y es que en el camino, el emprendedor escucha muchas frases que, en el mediano o largo plazo, pueden ir en contra del crecimiento de ese hijo. Por ejemplo: “La palabra es lo que vale”. ¿Cuántas veces la has escuchado? ¿Cuántas veces has sido testigo de que una persona entendió una cosa y la otra entendió algo completamente distinto? “Es que yo no he celebrado ningún contrato escrito”. Pero los contratos verbales existen. Por ejemplo, cuando una persona usa un bus o un taxi, está ejecutando un contrato de transporte.